Somos migrantas, racializadas, gitanas, transmigradas y refugiadas que nos manifestamos frente a los discursos del miedo, del odio y la barbarie impulsados por ideologías fascistas, racistas, misóginas y heteropatriarcales; frente a la acción voraz del capitalismo; frente a la vileza del clasismo y la depredación antropocéntrica, frente al atentado contra las autonomías, libertades y autodeterminación de los pueblos; frente al eurocentrismo y racismo del feminismo blanco que no cuestiona sus privilegios, pretende hablar en nuestro nombre y desvaloriza los saberes y acciones de las mujeres que venimos de otros orígenes o que estamos racializadas. Todas juntas y organizadas venimos a desmontar la colonialidad del poder, del ser y del saber.

Desde la diversidad que nos moviliza y nos mantiene unidas para denunciar y resistir las opresiones. Desde el vínculo del reconocimiento entre las diferencias que se activa con la práctica feminista descolonial y antirracista. Desde la acción colectiva sinérgica e interdependiente, autónoma y libertaria que reconoce los saberes situados, las estrategias de subsistencia y las acciones de resistencia al sistema colonial.

Alzamos nuestra voz como reclamo y llamada a la movilización y a la denuncia activa, desde diversos orígenes, desde nuestra condición de “racialización”, diferentes realidades, múltiples especificidades y distintas problemáticas. Las #Migrantas8M, #Racializadas8M y #Refugiadas8M que traemos el legado de resistencia a la colonización durante siglos de opresión por parte de nuestras ancestras, y de rechazo a la racialización de nuestras cuerpas y territorios, expresamos con firmeza lo siguiente:

FRENTE AL RACISMO Y LA XENOFOBIA INSTITUCIONAL:

1. Exigimos la DEROGACIÓN de la Ley de Extranjería y el CIERRE de los CIES. Denunciamos esta ley racista y xenófoba que contribuye a coartar y precarizar la autonomía económica de las mujeres migrantas, que condiciona el derecho a la ciudadanía a través de un contrato de trabajo. O deja en el desamparo a los menores no acompañados (MENAS) cuando cumplen la mayoría de edad, que nos les reconocen el pasaporte expedido en su país de origen, les obligan (aunque está prohibida) a hacerse la prueba radiográfica. Que permite la existencia de los CIES como cárceles de tortura y limitan la libertad de las personas. Penaliza la condición de migración de las personas y por no tener papeles. Exigimos un proceso de Verdad y Memoria frente a esta opresión racista institucional y sistémica para emprender luego un proceso de reparación.

2. Repudiamos la persistencia de una “democracia hegemónica” que avala y legitima la existencia de partidos de derecha y ultraderecha como VOX.

3. Denunciamos la hipocresía del actual gobierno frente al Pacto Mundial de Migración que sólo lava la cara a quien lo asume, sin ninguna obligatoriedad de cumplimiento vinculante en sus políticas nacionales. Un claro ejemplo es promover el asesinato de cientos de personas en el mediterráneo al prohibir salir al mar a los barcos de rescate. Exigimos la aplicación de vías legítimas, descoloniales y seguras de acceso a territorio español para que las personas no tengan que llegar de manera irregular e incluso perder la vida debido a las fronteras asesinas.

4. Repudiamos la criminalización de la solidaridad humanitaria que evidencia las tácticas del Estado racista para controlar las fronteras y romper lazos solidarios y actos altruistas de salvar vidas, calificándolos de tráfico de personas. Nos solidarizamos con la defensora Helena Maleno y exigimos que cese la persecución y la violencia contra ella.

5. Demandamos el reconocimiento de ciudadanía como inherente a la condición humana sin condicionarla a la obtención de papeles. Ninguna persona es ilegal.

6. Rechazamos la decisión del Juzgado de Instrucción número 12 de Madrid, que ha dictado un auto de procesamiento contra la concejala de Arganzuela y Usera, Rommy Arce, acusándola de injurias contra la Policía Municipal de Madrid. Rechazamos que se pretenda abrir procedimiento contra Malick Gueye, presidente del Sindicato de Manteros sólo por haber criticado “xenofobia institucional” tras la muerte del mantero senegalés Mame Mbaye.

7. Denunciamos las violencias institucionales racistas que fomenten normativas y programas de gestión de la migración sin perspectiva feminista, ni intercultural, menos descolonial. La única manera de subvertir el racismo institucional es contar con personal migrante trabajando en las instituciones públicas. El reconocimiento del saber situado al mismo nivel que el académico es imprescindible. Exigimos que la mediación y traducción intercultural sean asumidas por las personas migradas y reconocida con validez profesional. Demandamos que el aprendizaje de la lengua de la sociedad de destino sea en todos sus niveles gratuito.

8. Denunciamos las políticas estatales “integradoras” para las mujeres gitanas que refuerzan los roles patriarcales y provocan la degradación, subordinación y colonización sobre sus cuerpos e identidades. Las compañeras gitanas son dueñas de sus vidas y de sus destinos, sin tutelas paternalistas de las instituciones públicas y ONG progitanas.

9. Rechazamos la socialización de los parámetros eurocéntricos, racistas y clasistas de los servicios sociales y DGAIA porque criminalizan la condición de pobreza de las mujeres migradas con familia, y las penalizan quitándoles la tutela de los hijos e hijas.

10. Denunciamos a los ayuntamientos que niegan el derecho al empadronamiento de la comunidad migrada. Éste ha de ser facilitado sin domicilio fijo en todo el territorio del Estado español. Su exigencia de renovación es racismo institucional.

11. Exigimos el derecho a la vivienda a través del alquiler y el empadronamiento. Rechazamos la gentrificación que provoca un aumento de los alquileres o del coste habitacional y favorece a los lobbies económicos inmobiliarios y expulsa de los barrios a las personas. Es clasismo y racismo. La política de desahucios es un atentado contra la dignidad humana que impacta sobre todo a las mujeres migrantas y mujeres en situación de precariedad.

12. Denunciamos la estigmatización por su condición de migración de las mujeres afectadas por la violencia machista en todo el sistema de protección y recuperación frente a estas violencias.

13. Denunciamos las prácticas eugenésicas de los Estados racistas contra las mujeres de las poblaciones originarias aplicando las esterilizaciones forzadas. Rechazamos cualquier tipo de violencia obstétrica que atenta contra la autonomía sexual y reproductiva de las mujeres, sobre todo mujeres migradas en el país de destino, donde el sistema de salud no toma en cuenta ni su diversidad ni especificidades e infantiliza su capacidad de decisión. Además, exigimos el aborto libre y gratuito.

14. Exigimos salud universal para todas las personas. La falta de acceso a la asistencia sanitaria y las condiciones de vida de la población migrada y refugiada es racismo institucional. Exigimos cobertura en salud de calidad y sostenible así como protección social a la comunidad migrada y refugiada, sin importar su estatus legal. Es imprescindible que los sistemas de salud superen las barreras culturales y lingüísticas y se realice un abordaje multidisciplinar intercultural.

FRENTE A LA PÉRDIDA DE AUTONOMÍA ECONÓMICA:

15. Denunciamos la precarización de los trabajos de cuidados que realizan, sobre todo las mujeres migrantas. Exigimos el derecho a contratos de trabajo y salarios dignos para las trabajadoras del hogar. Denunciamos la esclavitud moderna que significa el ser trabajadora interna. Denunciamos a las personas que teniendo una trabajadora del hogar le pretenden cobrar el alquiler de la habitación en el propio domicilio donde trabaja.

16. Denunciamos que la renovación de la tarjeta de residencia esté vinculada a tener un contrato.

17. Decimos NO a la Enmienda 6777 y exigimos la Ratificación del Convenio 189 de la OIT por la dignificación del trabajo del hogar y los cuidados.

18. Denunciamos al capitalismo extractivista y energético, avalado por los gobiernos europeos, que operan en el sur global violentando los territorios y a las personas. Y denunciamos la violación a sus derechos humanos y el asesinato a defensoras de la tierra por parte de estos grupos hegemónicos. Basta de colonialismo.

19. Exigimos para las mujeres trans migradas igualdad de condiciones en el acceso al mercado laboral (apoyamos su exigencia del cupo laboral trans que significa alcanzar, al menos, el 1% del funcionariado público contratado). Y exigimos para elles el reconocimiento de un documento de identidad sin condicionarlas al retorno a su país de origen.

20. Denunciamos el modelo de tercerización que favorece a empresas que se lucran con la precarización salarial y la sobreexplotación. Exigimos se eliminen las prácticas laborales de subcontratación y tercerización que afectan a las compañeras migradas trabajadoras en la industria hotelera y en otros sectores económicos.

21. Exigimos derechos laborales para las compañeras migrantas que se asumen trabajadoras sexuales.

22. Exigimos el reconocimiento de capacidades profesionales y técnicas de la población migrada en igualdad de condiciones que la población de la sociedad de destino. Denunciamos el estigma que persiste en el mercado laboral que condiciona el valor de nuestras capacidades a una visión estereotipada y racializadora del origen, cultura, genotipo y fenotipo.

FRENTE A LAS VIOLENCIAS RACISTAS Y HETEROPATRIARCALES:

23. Denunciamos el payocentrismo y la situación de opresión y antigitanismo persistentes en las Instituciones públicas y privadas. Las mujeres gitanas son diversas, autónomas, soberanas de sus cuerpos, su sexualidad y sus vidas.

24. Rechazamos la irresponsable difusión en los medios de comunicación y el ámbito de la cultura de una imagen estereotipada de la comunidad gitana que caricaturiza las particularidades culturales de una forma absolutamente irresponsable, racista y sin ningún tipo de rigor antropológico, que perpetúa y solidifica los prejuicios dominantes que sobre la población gitana en el imaginario colectivo.

25. Decimos basta de invisibilizar y silenciar las voces de las compañeras gitanas. Ellas son las únicas que deciden cómo quieren usar su voz y representación para reivindicar sus derechos e identidades diversas.

26. Basta ya de voces que dicen representar a las personas gitanas, darles la voz que no tienen, salvarlas de sus opresiones y rescatar sus costumbres y arte.

27. Denunciamos que en todo el sistema social del país de destino se eternice la condición de “migrada eterna” de todas las personas que llevamos años conviviendo en esta sociedad. Formamos parte fundamental y exigimos que dejen de mirarnos como si fuéramos personas extranjeras permanentes y ciudadanas de segunda categoría.

28. Rechazamos que a las hijas, hijes e hijos de las familias que migraron a este país y que nacieron aquí se les siga racializando y considerando “migrantes de primera, segunda y tercera generación”, que se les considere “diferentes”, “foráneas/os” y se les imprima un permanente de rechazo y desvalorización. Este es un estigma racista y colonialista que reconoce la pertenencia a un territorio por criterio de vínculo de consanguinidad blanca, europea y occidental, negando su plena ciudadanía y nacionalidad.

29. Denunciamos las prácticas racistas, interesadas y oportunistas de ciertas ONGs e iglesias “salvadoras” que se sirven de la realidad migratoria y condición de refugio para recibir subvenciones y ayudas que sólo alimentan sus bolsillos y promueven prácticas paternalistas e infantilistas hacia las personas migradas y refugiadas. Que sólo son la “cuota de color” en sus proyectos. Esos recursos deberían estar dirigidos a fortalecer el tejido asociativo de las poblaciones migradas que accionan por una convivencia intercultural y descolonial feminista.

30. Denunciamos la industria proxeneta que trafica con mujeres migradas y las coloca en situaciones peligrosas y extremadamente violentas. Evidenciamos que la Ley de Extranjería permite que esta industria actúe con impunidad.

31. Denunciamos que determinados partidos políticos, en contexto electoral, pretendan vincular con mafias organizadas a quienes trabajan dignamente con la labor del manta. Es una grave afrenta y manipulación, sobre todo, contra la comunidad senegalesa en Catalunya. Basta de las campañas racistas para ganar votos.

32. Rechazamos la exotización de las cuerpas y sexualidad de las mujeres de diversos orígenes. No somos objetos a servicio del placer machista y misógino.

33. Estamos cansadas que bajo la frase “no soy racista porque tengo una amiga migrada o porque soy solidaria con la migración” se escuden prácticas etnocéntricas, eurocéntricas y racistas.

34. Denunciamos la “cuota de color migrante o racializada” al uso y beneficio electoral de ciertas organizaciones políticas, sin ningún tipo de transformación real de sus estructuras de decisión y representación intercultural y descolonial.

35. Denunciamos las prácticas colonialistas, eurocéntricas y blanqueantes que invisibilizan las capacidades, saberes y trayectorias diversas de las personas migradas en todos ámbitos de la sociedad. La Epistemología racista, la colonialidad del poder, del ser y del saber son muros que deben caer.

36. Denunciamos la celebración del Día de la Hispanidad. Es una afrenta contra las poblaciones que fueron colonizadas. No celebramos el 12 de octubre, no hubo encuentro entre culturas, hubo genocidio y colonización.

¡Por una huelga feminista descolonial que denuncia el racismo, el fascismo, el capitalismo, el antropocentrismo y el heteropatriarcado!

¡Por un feminismo diverso, sin prácticas eurocéntricas, etnocéntricas ni colonialistas!

¡Por una sociedad que deje de racializar y generar estigmas de opresión!

¡Vamos juntas y organizadas #MIGRANTAS8M #RACIALIZADAS8M #REFUGIADAS8M!

Formulari

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